El pasado día 12 de junio una delegación de la escuela de pintura “El Gurugú” que tiene su sede en el monasterio idente La Victoria de San José, de Constantina (Sevilla, España), viajó a nuestra fundación idente de Abancay (Perú) para poner en marcha un hermoso proyecto destinado a los niños acogidos en el Hogar del Niño Jesús, regido por el Instituto Id de Cristo Redentor misioneras y misioneros identes. La delegación está compuesta de Carmen Meléndez, directora de la escuela, Encarni Espino y Fernanda Bermejo.
La idea de proporcionar alegría a esos menores en riesgo de exclusión social surgió el verano pasado. Y Carmen Meléndez, que es también miembro de Familia Idente, la acogió con tal entusiasmo que ha movilizado a las localidades sevillanas de Constantina y Guadalcanal, a medios de comunicación diversos: prensa, radio y redes sociales, implicando a muchas personas que han acogido como propio este generoso proyecto contribuyendo con donaciones.
Previamente habían realizado unas chapas diseñadas por Carmen, que es además de profesora y directora de la escuela, una gran artista, y se han ido adquiriendo en todas las actividades de calle que han llevado a cabo estos últimos meses. Cáritas parroquial ha contribuido igualmente con un cheque destinado a nuestra misión de Abancay.
Anteriormente un cargamento con libros y otros materiales salió desde Cádiz camino de Abancay y ahora este equipo encabezado por Carmen y otras dos integrantes de la escuela ya está dando sus primeros pasos en el Hogar del Niño Jesús. Su regreso se producirá el día 9 de julio. Posteriormente un equipo de profesionales realizará un video que será difundido a la localidad en el salón de actos del Ayuntamiento de Constantina en el mes de agosto. Agradecemos a Carmen su imparable afán por ayudar a las misiones identes que le ha llevado ahora a este hermoso país andino reencontrándose con nuestro hermano Tomás Gordo Barbero que rige ahora el Hogar del Niño Jesús como antes hizo con el monasterio idente de Constantina.
!["El mundo puede cambiar desde el corazón"
(Papa Francisco, Encíclica Dilexit Nos)
"El Corazón de Cristo es éxtasis, es salida, es donación, es encuentro. En él nos volvemos capaces de relacionarnos de un modo sano y feliz, y de construir en este mundo el Reino de amor y de justicia. Nuestro corazón unido al de Cristo es capaz de este milagro social.
Tomar en serio el corazón tiene consecuencias sociales. Como enseña el Concilio Vaticano II, «tenemos todos que cambiar nuestros corazones, con los ojos puestos en el orbe entero y en aquellos trabajos que todos juntos podemos llevar a cabo para que nuestra generación mejore». Porque «los desequilibrios que fatigan al mundo moderno están conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raíces en el corazón humano». [21] Ante los dramas del mundo, el Concilio invita a volver al corazón, explicando que el ser humano «por su interioridad es, en efecto, superior al universo entero; a esta profunda interioridad retorna cuando entra dentro de su corazón, donde Dios le aguarda, escrutador de los corazones (cf. 1 S 16,7; Jr 17,10), y donde él personalmente, bajo la mirada de Dios, decide su propio destino».
Esto no significa confiar excesivamente en nosotros mismos. Tengamos cuidado: advirtamos que nuestro corazón no es autosuficiente; es frágil y está herido. Tiene una dignidad ontológica, pero al mismo tiempo debe buscar una vida más digna. Dice también el Concilio Vaticano II que «el fermento evangélico ha despertado y despierta en el corazón del hombre esta irrefrenable exigencia de la dignidad», aunque para vivir conforme a esa dignidad no nos basta conocer el Evangelio ni cumplir mecánicamente lo que nos manda. Necesitamos el auxilio del amor divino. Acudamos al Corazón de Cristo, ese centro de su ser, que es un horno ardiente de amor divino y humano y es la mayor plenitud que puede alcanzar lo humano. Allí, en ese Corazón es donde nos reconocemos finalmente a nosotros mismos y aprendemos a amar."](https://www.idente.org/wp-content/plugins/instagram-feed/img/placeholder.png)
