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Perú

Papa Francisco en Perú: una visita que deja huella

By 1 febrero, 2018No Comments

“Nos veremos pronto pero mientras tanto,
trabajen en la unidad y la esperanza”.

Estas fueron las palabras del Papa Francisco, antes de su viaje apostólico a Perú; como él dice es una tierra ensantada.

Cuando la Conferencia Episcopal Peruana anunció la visita del Papa Francisco a Perú, nuestro país se llenó de alegría e ilusión, nos llenamos de recuerdos de la anterior visita (en 1985) del hoy santo, Juan Pablo II;  quien nos visitó en una coyuntura de violencia social. Hoy, el panorama social tiene otro rostro; un rostro de fortalecer la fe, de hambre de Dios; de necesidad de consuelo y de reconocimiento y defensa del más débil; el Santo Padre eligió visitar las ciudades de Lima,  Puerto Maldonado (Madre de Dios) y Trujillo. ¿Por qué estas ciudades? Quería reconstruir la fe y la esperanza en los corazones golpeados y heridos. En el año 2017 la ciudad de Trujillo y las ciudades del norte del país, fueron fuertemente golpeadas por la naturaleza, el fenómeno del Niño costero dejó a su paso hogares destruidos, dolor y desesperanza; sin embargo,  como hoja seca que es levantada por el viento y los ojos puestos en Dios Padre han ido y siguen luchando para salir adelante. A esta tierra llegó el Papa Francisco, para dar fuerza a la esperanza y no permitir que nadie ni nada nos la robe.

Puerto Maldonado, una ciudad marcada por la explotación irracional de la naturaleza, la trata de personas y el olvido a las poblaciones indígenas de la Amazonía; a ellos los visitó; fue la primera vez que un Papa visitaba la ciudad.

En Lima, la Familia Idente y todas las Misioneras y Misioneros, desde el primer momento en que supimos de la visita del Santo Padre, también nos pusimos en  #modoPapa. Durante su visita estuvimos juntos en varios encuentros, en La Av. Brasil, cerca de nuestra casa, dándole la bienvenida; en la Nunciatura apostólica, en una vigilia; en la Catedral, para acompañar en la veneración de las reliquias de los santos peruanos; y en la Misa multitudinaria en la Base aérea Las Palmas; acompañados por jóvenes de la universidad San Marcos, amigos, familiares de las misioneras, y la Familia Idente; estuvimos en unidad y en oración.

Sus palabras han abierto un camino para Dios en nuestro corazón, ¿cómo no encontrar la voz del Espíritu Santo con su don de sabiduría en sus homilías? marcándonos la urgente necesidad de hacer apostolado. El Papa no dejaba de sonreír, es un hombre de paz; esa paz que es fruto del amor, el diálogo y la armonía. Nos ha dejado muchos mensajes que nos llaman a procurar en todo momento a vivir con esperanza, sin olvidar que somos hijos amados del Padre y que Cristo nos ayuda a vivir esta filiación.

Ahora nos toca empezar a vivir todo lo que hemos podido compartir, es verdad que hemos sido tocados por Dios y hemos podido sentir, como nos dice nuestro Padre Fundador,  el “Beso de Dios”; un Dios cercano que sale a nuestro encuentro, que camina con nosotros y nos pone en movimiento para ayudarnos mutuamente a no perder la esperanza.

Gracias Papa Francisco (Panchito, como le llamamos aquí) por tu visita y bendiciones,  por animarnos a vivir en #UnidadyEsperanza, por tu vida, por la alegría que has transmitido; que sepas, Santo Padre, que los Misioneras y Misioneros, la Familia Idente  del mundo entero, reza todos los días por ti.