A las pequeñas aldeas rurales de la Chiquitania, en las que no hay sacerdotes permanentes, atienden líderes religiosos laicos, la mayoría casados, celebrando paraliturgias, dando catequesis y ayudando a coordinar las distintas actividades parroquiales, gozando de gran autoridad moral en la comunidad.
La Diócesis organizó un curso-convivencia para ellos, y el lugar escogido fue nuestra ciudad monástica de “San Miguelito”, donde se reunieron del 13 al 16 de junio 35 hombres y mujeres provenientes de 10 parroquias de la Zona Norte, acompañados por 3 sacerdotes y 2 religiosas del equipo formativo.
El encuentro se desarrolló por medio de charlas, dinámicas y momentos de reflexión personal y por grupos, finalizando cada día con la eucaristía. Igualmente importante han sido los momentos de convivencia, donde lo más constructivo fue el intercambio de experiencias que reforzó el vínculo entre distintas parroquias de esta parte de la Diócesis.