Con el lema «C’è una buona notizia…passaparola!! (Hay una buena noticia, pasa la voz), la parroquia San Matteo en Roma, regida por las misioneras y los misioneros identes, está celebrando por segundo año consecutivo la misión parroquial. Es una manera de responder a la invitación del Papa Francisco en la Evangelii Gaudium de que toda la Iglesia esté «en salida» hacia tantos hermanos y hermanas que nos necesitan, especialmente los más alejados de la Iglesia. Curiosamente, entre ellos están familias cercanas a la parroquia pues son las de los niños de Primera Comunión y de los adolescentes de Confirmación, pero que no viven activamente su fe.
Un hermoso signo fue que la misa de envío fue presidida por Mons. Octavio Ruiz, Secretario del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, que quiso hacerse presente en la parroquia en esta ocasión tan importante. Durante la misa hizo entrega de los crucifijos misioneros y del Evangelio de bolsillo, siguiendo el pedido del Papa Francisco de llevar siempre con nosotros el Evangelio.
Con el deseo de que todos puedan ser testigos de la alegría de sentirse amados por un Padre Celestial, los misioneros parroquiales se dividen las tareas como una verdadera familia. Unos acogen a la gente, otros están delante de Cristo en oración por toda la parroquia, otros con los niños, con los adultos, con los jóvenes, y otros salen por las calles del sector de Morena (Via Anagnina) a encontrar a las personas en supermercados, centros comerciales, cafeterías para hablar a los vecinos del amor de un Dios Padre e invitarles a acudir a su casa, la Iglesia. En la parroquia hay actividades para todos: talleres para los más de 270 niños y adolescentes de la catequesis, y formación para sus padres. En definitiva, un Evangelio “dinámico” que abre vías nuevas, que va al encuentro de cada persona; es esta la misión en nuestra parroquia de San Mateo.
La misión parroquial tendrá su punto culminante el Domingo de Ramos con la celebración, después de la gran festividad litúrgica, de un ateneo cultural en la que el punto fuerte será la representación del «Via crucis via lucis», preparada por el equipo de 40 misioneros involucrados en esta acción evangelizadora.
En el ateneo de clausura se celebrará la entrada de Cristo en Jerusalén: la entrada de Cristo en esta pequeña parroquia de la periferia de Roma.