La necesidad de potenciar un pensamiento metafísico interdisciplinar y de una metafísica con rostro, vital, que dé respuesta a los problemas de la persona humana, sin dogmatismos ni radicalismos, ha sido una de las conclusiones expresadas por el presidente del VII Congreso Mundial de Metafísica, el P. Jesús Fernández Hernández, en la clausura del mismo el pasado 27 de octubre. El evento congregó en la Universidad Pontificia de Salamanca (España) a 200 participantes de treinta países desde el 24 hasta el 27 de octubre.
En la conferencia inaugural, Jesús Conill, catedrático de la Universidad de Valencia (España), subrayó la vuelta de la filosofía a la cuestión de la naturaleza humana y la necesidad de una noción enriquecida y actualizada de persona, que supere tanto las visiones tradicionales como las cientificistas. El tema prosiguió en la mesa “Metafísica y persona” en la que el profesor de la Universidad de Valencia, Agustín Domingo Moratalla, subrayó la importancia del concepto de persona para una adecuada teoría de la justicia y como base de la bioética y de las éticas aplicadas en general. A su vez, Juana Sánchez-Gey, de la Universidad Autónoma de Madrid, aportó la visión de Rielo sobre la persona como “alguien con consciencia de Alguien” que le define y que le dota de un espíritu capaz de unión y compromiso con los valores más altos.
En la mesa “Metafísica, ciencia y terapia”, César Nombela, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid y rector honorífico de la UIMP, subrayó la búsqueda de la verdad como un imperativo ético para el científico y cómo esto le abre necesariamente al misterio. Por su parte, Julio Martínez, rector de la Universidad Pontificia Comillas (España) enfatizó el ir a través y más allá de las disciplinas mediante una relación horizontal ciencias-sociedad y una profundidad-verticalidad filosófico-teológica de las ciencias abiertas a la realidad última. Del mismo modo, Mauro Mantovani, rector de la Universidad Pontificia Salesiana (Italia), afirmó que la multidisciplinariedad es la forma débil de colaboración entre las ciencias y que la transdisciplinariedad es una tarea educativa para entender que la metafísica no es una alternativa a la antropología (Fides et Ratio 83).
Sobre la relación entre metafísica y cultura, Ángel Galindo, ex rector de la Universidad Pontificia de Salamanca, lamentó la actual separación entre ética y estética y afirmó que el arte y la ética no son neutrales pues vehiculan una forma de sentido de la existencia. A su vez, Ricardo Piñero, de la Universidad de Navarra, expuso los valores metafísicos del Cristo de Velázquez y del Quijote, según la lectura de Unamuno y Rielo. Ambas, más que obras de arte, permiten un verdadero encuentro con la misma humanidad de Cristo, haciendo sentir su presencia y su potente realidad.
En la conferencia de clausura, José María López Sevillano, presidente de la Escuela Idente, apostó por una metafísica con rostro y compromisiva, cuyo modelo absoluto, propuesto por Fernando Rielo, es la concepción genética del principio de relación, esto es, la Santísima Trinidad revelada en Cristo, en quien se manifiesta toda la Verdad, Metodología y Vida. Es desde ahí desde donde se puede tener una visión bien formada de la realidad y dialogante con toda cultura, mentalidad, ciencia, arte o religión. Para Rielo Cristo es el metafísico por excelencia.
Además, otros ponentes de Francia, Alemania y Argentina han disertado sobre diversos aspectos de la relación entre metafísica y teología y metafísica y educación. A ello se suman las contribuciones de los casi 200 congresistas de todo el mundo que han presentado trabajos desde las diversas disciplinas y contextos culturales.
El presidente del congreso, el P. Jesús Fernández, anunció que el VIII Congreso Mundial de Metafísica tendrá lugar en el 2021 en la Universidad Pontificia de Salamanca, bajo la cátedra Fernando Rielo de esta universidad.