Por tercera ocasión en el año, el pasado 16 de septiembre se ha celebrado en Yaoundé (Camerún) el Día de las familias: tanto para las de edades avanzadas como para las familias jóvenes con sus hijos; para los miembros de las comunidades y para aquellos que han vuelto a los sacramentos gracias al compromiso adquirido en su boda por la Iglesia.
Se comenzó por la mañana viendo la película Courageous (Valiente), que trata el tema de la educación, y más concretamente la importancia del papel del padre en la educación así como el valor de las pruebas y sus frutos. Tras el largometraje se realizó u intercambio de impresiones por grupos, uno de jóvenes y otro con los padres y madres de familia. Una joven madre, que había llegado justo en el momento de los grupos y que participaba por primera vez de estos encuentros, dijo que las intervenciones de unos y de otros le habían impresionado realmente y que se sentía aleccionada y con la respuesta justa que necesitaba. El Espíritu Santo actúa las 24 horas…
Seguidamente se tuvo la comida, un poco de tiempo libre para hacer algo de deporte y convivir y, por supuesto, para hacer la foto de familia.
La jornada se clausuró con la Santa Misa en la que el padre Justo de la Fuente, misionero idente, recordó en la homilía la importancia de nutrir bien el corazón, sabiendo que las palabras que salen de la boca son consecuencia de lo que desborda el corazón. De ahí que nos debamos nutrir de los mejores sentimientos, de entre los cuales el perdón es uno de los más nobles.
El fruto inmediato del día fue la alegría. La alegría del reencuentro, de conocer nuevas caras, de la comunión que engrandece a todos, de los niños…, en fin, la alegría que procede del cielo puesto que Él ha prometido su presencia entre nosotros cuando dos o tres se reúnen en su nombre. Y Él cumple sus promesas.