Delegaciones de misioneros-as identes, familia idente y Juventud Idente de toda Italia se han reunido en Roma para celebrar el XIII aniversario del tránsito de Fernando Rielo Pardal, Fundador de las misioneras y de los misioneros identes. Los actos comenzaron el viernes, 8 de diciembre, día en que inició el encuentro nacional de Juventud Idente y el Motus Christi para jóvenes, a la vez que llegaban misioneros y amigos de la familia idente a la casa per ferie Enrico de Ossò, muy cerca de la Presidencia del Instituto.
El día intenso fue el sábado, 9 de diciembre, pues tras el desayuno todos los grupos se movilizaron hacia el cine Farnese, en pleno centro de Roma, para asistir a la proyección de la película “Siate santi”, de Catherine Mc Gilvray y Renato Spaventa. Se trata de un documental sobre el carisma idente que tiene la riqueza de ser contado por el mismo Fundador. Por tanto, recoge abundantes imágenes de archivo de Fernando Rielo, explicando aspectos nucleares del carisma donde se refleja la intensidad de su vivencia filial con el Padre celeste y la pasión con que acometió la misión de Cristo de predicar el Evangelio. El público asistente vivió con emoción esta sesión cinematográfica, cuyo gran nivel técnico colaboró con la conmoción que de por sí producían la oración y las lágrimas de un fundador, que la película recoge con maestría.
Tras ello, se celebró en la bellísima Basílica de Sant’Andrea della Valle la Eucaristía conmemorativa del tránsito de Fernando Rielo , presidida por S.E. Angelo De Donatis, Vicario de Su Santidad para la Diócesis de Roma, y concelebrada por el presidente del Instituto Id, P. Jesús Fernández, por el Superior General de los Teatinos, regentes de la basílica, así como por sacerdotes identes de toda Italia. Estuvieron sacerdotes y seminaristas de varias nacionalidades amigos del Instituto Id. La alegría y familiaridad del Vicario signó la celebración, que destacó el espíritu misionero de Fernando Rielo y leyó con visible emoción dos citas suyas: una en la que expresa que la esencia de la misión es la relación íntima del misionero con la Santísima Trinidad y la otra en la que insta a elevar la santidad a la categoría de misión, única y esencial del consagrado.
Tras un almuerzo en el ambiente familiar generado desde el principio, se tuvo el claustro o lección espiritual conmemorativo de la fecha, impartido por el P. Jesús Fernández, quien recordó las claves para vivir como auténticos hijos de Dios, especialmente, la apertura del corazón a la gracia y al amor apasionado de un Padre celeste que aleja de toda tristeza y nos envuelve en una continua alegría espiritual.
La jornada se clausuró con un Ateneo, velada artística en la que los distintos grupos expresaron con generosidad y cariño su aspiración a la santidad y a ser auténticos en el carisma idente.
Desde el sábado en la noche y el domingo en la mañana las delegaciones fueron regresando a sus ciudades y provincias. Se percibía en todos la unción producida por haber compartido la alegría del carisma idente y el compromiso que supone expanderlo a muchísimas personas de todas las fundaciones italianas.
-
- Rito inicial de la Santa Misa.
-
- Durante la Santa misa.
-
- El grupo de niños de Primera Comunión de las parroquias de San Matteo y San Bartolomeo
-
- Parte del numeroso público asistente.
-
- Catherine Mc Gilvray, directora de la película “Siate santi”, introduciendo la proyección.
-
- El escritor Arnaldo Colasanti comenta brevemente su impresión de la película.
-
- El P. Jesús Fernández dirige al final de la proyección palabras de agradecimiento.
-
- Parte de la familia idente de Atessa.
-
- Parte de la familia idente de Arpino.
-
- Parte de la familia idente de Fucecchio.
-
- Parte de la familia idente de Terni.
-
- Otro grupo de la familia idente de Atessa.
-
- Salón de actos en que se realizó la lección espiritual con el P. Jesús Fernández.
-
- Otra visión del salón de actos.
-
- Asistentes a una de las comunidades después de la lección espiritual.
-
- La misionera idente casada, Carmela Mastrangelo (centro), dirigiendo una comunidad.
-
- El Ateneo presentado por los misioneros Marco Massimo e Isabel Chacón.
-
- Panorama del teatro.
-
- Danza folclórica india por jóvenes de la Juventud Idente.
-
- El grupo de la Juventud Idente de Italia cantando la promesa campamental.
-
- La misionera idente Serena Manzi interpretando una canción.
!["El mundo puede cambiar desde el corazón"
(Papa Francisco, Encíclica Dilexit Nos)
"El Corazón de Cristo es éxtasis, es salida, es donación, es encuentro. En él nos volvemos capaces de relacionarnos de un modo sano y feliz, y de construir en este mundo el Reino de amor y de justicia. Nuestro corazón unido al de Cristo es capaz de este milagro social.
Tomar en serio el corazón tiene consecuencias sociales. Como enseña el Concilio Vaticano II, «tenemos todos que cambiar nuestros corazones, con los ojos puestos en el orbe entero y en aquellos trabajos que todos juntos podemos llevar a cabo para que nuestra generación mejore». Porque «los desequilibrios que fatigan al mundo moderno están conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raíces en el corazón humano». [21] Ante los dramas del mundo, el Concilio invita a volver al corazón, explicando que el ser humano «por su interioridad es, en efecto, superior al universo entero; a esta profunda interioridad retorna cuando entra dentro de su corazón, donde Dios le aguarda, escrutador de los corazones (cf. 1 S 16,7; Jr 17,10), y donde él personalmente, bajo la mirada de Dios, decide su propio destino».
Esto no significa confiar excesivamente en nosotros mismos. Tengamos cuidado: advirtamos que nuestro corazón no es autosuficiente; es frágil y está herido. Tiene una dignidad ontológica, pero al mismo tiempo debe buscar una vida más digna. Dice también el Concilio Vaticano II que «el fermento evangélico ha despertado y despierta en el corazón del hombre esta irrefrenable exigencia de la dignidad», aunque para vivir conforme a esa dignidad no nos basta conocer el Evangelio ni cumplir mecánicamente lo que nos manda. Necesitamos el auxilio del amor divino. Acudamos al Corazón de Cristo, ese centro de su ser, que es un horno ardiente de amor divino y humano y es la mayor plenitud que puede alcanzar lo humano. Allí, en ese Corazón es donde nos reconocemos finalmente a nosotros mismos y aprendemos a amar."](https://www.idente.org/wp-content/plugins/instagram-feed/img/placeholder.png)
