¿Cómo nacer de lo alto? Es esta la pregunta que ha resonado en Bolonia-Italia el sábado 8 de abril. “Nos hemos acercado a Cristo como lo hizo Nicodemo –nos cuenta una de las participantes al retiro Motus Christi que se ha realizado en Bolonia-, a solas: en nuestra intimidad, dejando a un lado todo el ruido de la ciudad. Hemos intentado mirarle a Él; sentir sed de su amor, desear amarlo, mirar la propia debilidad… y ser conscientes de que somos sus hijos amadísimos, predilectos, y de que Él nos escucha siempre. Nos hemos dado cuenta, como lo hizo Pedro, de que caminar sobre las aguas hacia Cristo significa no mirar nuestros límites, sino su amor. Nos hemos dado cuenta de que necesitamos ser curados y creer verdaderamente que solo Él puede hacerlo. Esto presupone una conversión continua; un “Sí” cotidiano para que Cristo se mueva en nosotros y nos transforme, pidiéndonos una cosa sola: que aceptemos morir a nosotros mismos, a aquello che nos hace quedarnos en nosotros mismos y mirarnos a nosotros mismos”.
Una sola jornada, que comenzó con una meditación seguida de momentos para la puesta en común de la vivencia de cada uno y para la convivencia. “Ha sido un día en el que Cristo –decían algunos participantes- ha encontrado el espacio para hablar íntimamente a cada uno de nosotros”.