Basta ver las noticias para saber que el mundo ha cambiado; ha cambiado el modo cómo nos comunicamos, cómo aprendemos, trabajamos, etc., pero la gran pregunta es: ¿Yo he cambiado? Cristo nos propone un cambio interior que transforma nuestras vidas. Decir SÍ a Cristo nos permite tener un perspectiva distinta de lo que acontece a nuestro alrededor, nos permite ver nuestra vida “desde el Corazón del Padre”. El Motus Christi es un espacio para pensar en esta invitación que Cristo nos hace.
Motus Christi significa dejar que Cristo ponga en marcha nuestras vidas, es un espacio para encontrar una comunidad en Cristo; este es el sentimiento de jóvenes y familias enteras que luego de escuchar la charla del P. Jesús, se reúnen en videollamadas para compartir cómo Cristo actúa en sus vidas y cómo en los Motus Christi han encontrado un espacio para aprender, escuchar y crecer.
El pasado fin de semana, el P. Jesús nos recordaba que Cristo nos llama personalmente, nos invita a cambiar nuestra historia; para ello, es importante tomar muy en serio el “Sígueme” que Cristo nos dice a cada uno.
¿Cómo responder al Sígueme? El P. Jesús nos explicaba que es necesario responder a Cristo ahora, no mañana; que cada uno de nosotros llevamos dentro una mística impaciencia que nos dirige hacia Dios, llevamos en nuestra mente y en nuestro corazón el resplandor de la gracia que nos invita a emprender un vuelo sin escala cuyo destino es el Reino de Dios.
Durante el Motus Christi el P. Jesús nos ayudó a seguir profundizando en la oración que Cristo nos enseñó, el “Padre Nuestro”, reflexionando puntualmente en aquello que el pedimos al Padre Celestial “Venga a nosotros tu reino”.
El Reino de Dios es un reino de amor, de paz, de libertad, nos explicaba el P. Jesús, y continuaba, “venga a nosotros tu reino” es escuchar la voz del Padre con humildad y sencillez; porque “El reino de Dios, toca primero el corazón del hombre, a quien le invita a la conversión.”
Cada fin de semana te esperamos en los #MotusChristi online ¡Decir Sí a Cristo, en definitiva, ¡Vale la pena!