¿Quién no tiene un minuto al día para abrir su corazón a Cristo y decirle “aquí estoy, Señor”?Esos 60 segundos con el corazón abierto a Dios, sin pensar si tengo que hacer la comida, ir al supermercado o a la farmacia… Un minuto de amor; de querer amar de verdad a Cristo. ¡Con ese minuto, Cristo hace maravillas!¡Dios nos visita cada día, y tenemos que estar despiertos!Decir que “No tengo tiempo” es como decirle a Cristo “no tengo tiempo para dedicarte unos minutos a Ti”. Es triste decirle esto a Cristo, que nos ama con locura.Cristo nos llama a vigilar para poder dedicarle mi tiempo, porque Él nos dedica toda una eternidad, ¡y lo hace con infinita generosidad!
Escucha aquí el profundo comentario al evangelio del Domingo, 8 de noviembre, XXXII Domingo del Tiempo Ordinario, del P. Jesús Fernández, Presidente de las misioneras y de los misioneros identes.