Con la alegría y emoción propias del encuentro entre hermanos, en la llegada al aeropuerto de Santiago de Chile ya se vislumbraban los días de gozo y comunión vividos en los cursos de formación para América, realizados del 26 de diciembre de 2019 al 4 de enero de 2020 y del 7 al 14 de enero de 2020, en el Monasterio de Ntra. Sra. de la Vida Mística, Graneros, Chile.
Es la primera vez que se realiza este curso en América, con misioneros provenientes de Estados Unidos, México, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil y Chile. En cada curso han asistido cerca de 40 participantes, y en el segundo ha estado presente el Presidente de nuestra Institución, Jesús Fernández Hernández. También hemos contado con la participación de nuestros hermanos José María López Sevillano, Juana Sánchez-Gey y Fernando Real Ferrero.
En un clima de entrañable convivencia, se trataron temas de honda profundidad en la vida espiritual, centrados en la vida ascética y mística. También se hicieron grupos de trabajo y mesas redondas donde se pusieron en común las experiencias misioneras, en todos los campos en que nos movemos, siendo de gran enriquecimiento para todos.
El Presidente nos participó el interés con el que ha seguido la situación social de Chile, conociendo sus necesidades, la que ha venido acompañando con su oración, junto a la de todo el Instituto.
Nos exhortó a vivir la santidad a la que nos llama Cristo en el Evangelio: “Sed santos como nuestro Padre Celestial es santo” Mt 5, 48. “La santidad se vive sin equívocos”. “Confiad en la gracia”. “Para vivir la santidad en común se requiere humildad”. Refiriéndose a un pensamiento actual que afirma que el diablo ha inducido a los cristianos a creer que la santidad no es posible, expresó que esta descreencia era el origen de muchos males, afirmando así mismo que sí es posible y nos animó a que con nuestra vida diéramos testimonio de ello.
En el transcurso de estos días, tuvimos la gracia de celebrar los votos perpetuos y la ordenación diaconal de nuestro hermano Luis Carlos Riaño, de origen colombiano, siendo esta última presidida por el Obispo de Rancagua, Mons. Fernando Ramos.
Es de destacar también los momentos de gran creatividad en los ateneos realizados, en los que se pusieron en evidencia los mejores deseos de compartir los talentos y el fino humor de los hermanos y hermanas, con presentaciones marcadas por el buen gusto, para disfrute de todos.
Damos gracias a Dios Padre por estos días de celestial convivencia, llenos de entrañabilidad, alegría y paz, sintiendo muy viva la presencia mística de nuestro padre Fundador, Fernando Rielo, entre nosotros.