El martes 21 de mayo nos reunimos con los jóvenes que se preparan para recibir la confirmación en las parroquias de San Alberto Hurtado; Nuestra Señora de Guadalupe y El Buen Pastor, para subir el cerro San Cristóbal, con el propósito de tener un día de convivencia y amistad al contacto con la naturaleza.
En un radiante día de otoño, 23 jóvenes provenientes de distintos lugares de Santiago, experimentaron la riqueza de la diversidad de conversaciones, vivencias y estilos de vida. En el cerro hicimos algunas paradas: en el jardín japonés disfrutamos del silencio y la contemplación del hermoso paisaje; luego en un gran parque hicimos un alto para comer, descansamos y tuvimos juegos de trabajo en equipo y presentación, en donde nos reímos muchísimo y salieron a relucir los talentos y actitudes de cada uno; en el tramo final de la subida realizamos peripatetismo, que es la forma de diálogo en la que, Fernando Rielo, fundador de los misioneros identes, nos enseña a salir de nosotros mismos y conocer la riqueza del otro por medio de la conversación.
Durante la subida se unió la formación a la convivencia, aprendiendo a “saber estar” encada actividad, y conocer el sentido y origen de los lugares en los que íbamos entrando; por ejemplo la capilla vasca, donación de la comunidad vasca en Chile, que es una maravillosa construcción de piedra con pinturas de diversos santos, que tiene en la entrada esculturas de los santos chilenos: Santa Teresita de Los Andes y San Alberto Hurtado. En este lugar se realizó una pequeña charla sobre “Dios, Naturaleza y Sociedad”: lema que Fernando Rielo propuso a los jóvenes para vivir los más nobles y altos ideales que puedan concebir.
Un gesto muy bonito fue que de forma espontánea algunos jóvenes se arrodillaron a los pies de la Virgen Inmaculada que corona el cerro, con actitud de verdadera oración interior.
En esta cima nos sentamos en círculo para compartir las impresiones de cada uno. Lo que más les tocó fue el regalo de la convivencia, el cuidado de la naturaleza, la familia, salir del individualismo y no apegarse a las cosas o personas, enriqueciéndonos verdaderamente los unos de los otros, en Dios, Naturaleza y Sociedad.