En las parroquias de Our Lady of Solace-Saint Dominique (Bronx) y Saint Lukes (Brentwood, Long Island), administradas por los misioneros identes, se está llevando a cabo con mucha ilusión un taller sobre el trisagio, oración que rezan los misioneros y misioneras identes.
La palabra trisagio procede del griego y quiere decir “tres veces santo”. Se compone de un Padre Nuestro, tres Ave María y un Gloria, tres veces. Tiene el significado de himno dedicado a la Santísima Trinidad. Al recitarlo en tres tiempos consecutivos, confesamos, a su vez, tres verdades fundamentales que adornan a María; Hija del Padre, Madre del Verbo, Esposa del Espíritu Santo.
En estas últimas semanas tuvimos dos retiros, el primero en la Residencia de la Sagrada Familia en Queens, última morada aquí en la tierra de nuestro amado padre Fundador, Fernando Rielo. Esta convivencia se inició con un almuerzo fraterno. Concluido el almuerzo vino el momento de la lección que tuvo como fuente la Carta Apostólica escrita por nuestro Presidente, P. Jesús Fernández, sobre el Trisagio Idente. La Superiora Provincial de Estados Unidos, Elaine Schenk, y la representante de la Familia Idente en esta misma Provincia, Dolores Sánchez, explicaron el origen del Trisagio de María y el Trisagio de San José. Al finalizar, los miembros del taller compartieron sus testimonios de fe.
Se aprovechó este tiempo para enseñar algunas técnicas para mejorar el trabajo de los trisagios. El retiro concluyó con el rezo del trisagio juntos en la capilla con inmenso agradecimiento y estima.
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- 1st Retreat: Holy Family Residence in Queens (Bronx group) 1r Retiro: Residencia de la Sagrada Familia en Queens (Grupo del Bronx)
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- 2nd Retreat: St. Luke’s Parish, Brentwood, Long Island __ 2º Retiro: Parroquia de San Lucas, Brentwood. Long Island
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- – Procession from the parking lot towards the chapel (St. Luke’s) __ Procesión del estacionamiento en dirección a la Capilla (S. Lucas)
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- Praying the Trisagio to St. Joseph in the Chapel, St. Luke’s Parish __ Rezo del trisagio a San José en la Capilla, Parroquia de San Lucas
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- Gathering for the procession: St. Luke’s Church is in the background. __ Antes de iniciar la procesión: En el fondo se ve el templo, San Lucas.
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- Following recitation of the Trisagio to St. Joseph, we exchanged impressions. (Chapel, St. Luke’s)
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- Following recitation of the Trisagio to St. Joseph, we exchanged impressions. (Chapel, St. Luke’s) __ Tras rezar el Trisagio a S. José, intercambiamos nuestras impresiones. (Capilla, S.. Lucas)
El segundo retiro se realizó en San Lucas, una de las dos parroquias en la Diócesis de Rockville Centre en Long Island. Dimos la bienvenida a Loly Sánchez, cuya lección, recibida con gran apertura, abrió paso a grandes expectativas, claridad y dirección para nuestro proyecto de difusión del Trisagio en esta parte de Nueva York. Concluida la jornada se expresó el deseo de conocer más acerca del Trisagio a San José y la gran responsabilidad de que el número de miembros del Taller aumente.
Es por ello que en continuidad de una actividad programada para este mes de Mayo, mes de María, se organizó visitar diferentes hogares que lo soliciten, para acompañar a las familias con el rezo del trisagio. Con el común acuerdo y a ejemplo de Jesús, la idea es visitar los hogares de dos en dos extendiendo la invitación para unirnos en peregrinación y concluir el mes con una procesión.
Iniciamos el mes de Mayo y las esperanzas han sido nuestras aliadas. En la parroquia de San Lucas, el miércoles 3 de Mayo, día dedicado a San José, dimos inicio a la proyección del rezo del trisagio. Al reunirnos a la entrada del estacionamiento de la Iglesia, expresamos nuestra bienvenida y compartimos las intenciones de este valioso trisagio. Al tocar las campanadas del Ángelus, empezamos con una corta procesión en silencio desde el estacionamiento en dirección a la Capilla, llevando a la cabeza de la procesión un trisagio grande elaborado por nuestra hermana Juana Mendoza. Recordamos también la petición que el Papa Francisco ha pedido a la Iglesia, que recemos el rosario por la paz durante todo el mes de Mayo, preocupado por lo que está sucediendo en Siria. Llegados a la capilla, con el mismo propósito y como ya Fernando Rielo llamó a San José “Patriarca de la Paz”, rezamos un trisagio a San José.
Finalizado este encuentro compartimos nuestras impresiones y animados en continuar firmes en este Carisma Idente nos despedimos.
Dos días más tarde iniciamos la primera visita a una familia de feligreses que nos habían invitado, donde explicamos el Trisagio, sus intenciones, y la forma de rezarlo. Hay más familias que han solicitado estas visitas, que se llevarán a cabo todos los viernes de mayo. Terminaremos el mes con otra procesión solemne, seguramente con muchas personas más.
!["El mundo puede cambiar desde el corazón"
(Papa Francisco, Encíclica Dilexit Nos)
"El Corazón de Cristo es éxtasis, es salida, es donación, es encuentro. En él nos volvemos capaces de relacionarnos de un modo sano y feliz, y de construir en este mundo el Reino de amor y de justicia. Nuestro corazón unido al de Cristo es capaz de este milagro social.
Tomar en serio el corazón tiene consecuencias sociales. Como enseña el Concilio Vaticano II, «tenemos todos que cambiar nuestros corazones, con los ojos puestos en el orbe entero y en aquellos trabajos que todos juntos podemos llevar a cabo para que nuestra generación mejore». Porque «los desequilibrios que fatigan al mundo moderno están conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus raíces en el corazón humano». [21] Ante los dramas del mundo, el Concilio invita a volver al corazón, explicando que el ser humano «por su interioridad es, en efecto, superior al universo entero; a esta profunda interioridad retorna cuando entra dentro de su corazón, donde Dios le aguarda, escrutador de los corazones (cf. 1 S 16,7; Jr 17,10), y donde él personalmente, bajo la mirada de Dios, decide su propio destino».
Esto no significa confiar excesivamente en nosotros mismos. Tengamos cuidado: advirtamos que nuestro corazón no es autosuficiente; es frágil y está herido. Tiene una dignidad ontológica, pero al mismo tiempo debe buscar una vida más digna. Dice también el Concilio Vaticano II que «el fermento evangélico ha despertado y despierta en el corazón del hombre esta irrefrenable exigencia de la dignidad», aunque para vivir conforme a esa dignidad no nos basta conocer el Evangelio ni cumplir mecánicamente lo que nos manda. Necesitamos el auxilio del amor divino. Acudamos al Corazón de Cristo, ese centro de su ser, que es un horno ardiente de amor divino y humano y es la mayor plenitud que puede alcanzar lo humano. Allí, en ese Corazón es donde nos reconocemos finalmente a nosotros mismos y aprendemos a amar."](https://www.idente.org/wp-content/plugins/instagram-feed/img/placeholder.png)
