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Testimonio de Isabel Hernández, voluntaria de Madrid en el Hogar del Niño Jesús en Abancay (Perú)

Voluntariado con corazón: apoyando el desarrollo integral de niñas en Abancay. 

Mi experiencia como voluntaria en el Hogar Niños Jesús, en Abancay (Perú) el pasado mes de agosto, ha sido increíblemente enriquecedora y transformadora. Este hogar, dirigido por el Instituto de Id de Cristo Redentor, Misioneras y Misioneros Identes, lleva más de 40 años dedicado a ayudar al desarrollo saludable de la infancia y adolescencia en Apurímac.

El Hogar Niño Jesús nació de la necesidad de ofrecer un refugio seguro en Abancay para niños y, desde 2022, también para niñas y jóvenes de comunidades campesinas. La mayoría de estas niñas provienen de familias con bajos recursos económicos, muchas de ellas huérfanas o de familias disfuncionales. Aquí, encuentran no solo un lugar donde vivir, sino una oportunidad para acceder a una educación de calidad y un futuro mejor.

Las Misioneras Identes brindan a estas niñas y jóvenes un entorno familiar donde se cubren sus necesidades básicas: alojamiento, alimentación y apoyo en sus tareas escolares. Además, se promueve su formación humana y espiritual, ayudándolas a desarrollar todo su potencial.

El hogar acoge a 16 niñas y adolescentes de entre 8 y 17 años, provenientes de diversas provincias de Apurímac. La educación en sus comunidades de origen es limitada, por lo que Abancay y el Hogar representan su mejor oportunidad para prosperar. Las niñas asisten a colegios públicos estatales y se esfuerzan mucho para obtener becas que les permitan acceder a la universidad.

Como voluntaria, he tenido la oportunidad de acompañar a las niñas en sus actividades diarias, desde llevarlas y recogerlas del colegio, hasta ayudarlas con sus deberes escolares y participar en actividades recreativas y culturales. Este acompañamiento no solo les brinda apoyo académico, sino que también fomenta sus habilidades sociales y emocionales y espirituales, contribuyendo a su desarrollo integral en un ambiente seguro y acogedor.

Ser voluntaria en el Hogar Niños Jesús requiere compromiso, pasión y una actitud positiva. No se necesita experiencia previa en atención a la infancia, pero es importante tener empatía, paciencia y disposición para trabajar en equipo. Cada día en el Hogar es una oportunidad para hacer una diferencia significativa en la vida de estas niñas y jóvenes, ayudándolas a superar sus desafíos y alcanzar su máximo potencial.