Un gran inicio de la Semana Santa ha significado la celebración del Domingo de Ramos en la parroquia Sainte Famille (Sagrada Familia) en la ciudad de Yaoundé (Camerún) regida por los misioneros y las misioneras identes.
En un ambiente festivo y familiar, lleno de niños y de jóvenes, los feligreses de la Sainte Famille han traído sus ramos para ser bendecidos y para acompañar a Cristo en su entrada triunfal en Jerusalén. El sacerdote idente José Manuel Conde, de Valladolid, España, ha presidido la solemne Eucaristía y en su homilía se ha expresado con mucha sencillez para llegar al corazón de todos esos niños y familias: “Somos tan importantes que Dios muere por cada uno. No nos grita ni nos fuerza, sino que nos sugiere o, mejor aún, nos lo dice con su sufrimiento y con su muerte. ¿Cómo podía imaginar Pilatos la forma de actuar de Cristo? Tampoco nosotros. Visitemos, soñemos el Cielo en vida. El Padre celeste nos pide ser santos y nos ayuda con su gracia.”